Je-suis Antony Santos R, así se presenta este hombre nacido en el Huila hace 60 años, que se proclama “director del primer carro eléctrico hecho en Colombia”, ocurrente, de buen humor, para muchos con un tornillo suelto, terco pero soñador hasta cumplir sus propósitos de construir desde hace varios años, el primer vehículo sin gasolina en el país.
Antony es para muchos, “un científico loco”, que a punta de ensayo y error, se nutrió de conocimientos y experiencia; y así después de muchos años logró ajustar a su medida, su prototipo eléctrico, cuando aún en Colombia no se hablaba de esta tecnología que reemplaza el combustible fósil.
Cuando era niño, desbarataba radios buscando a los muñequitos que hablaban adentro y armaba carritos con cajas de alimentos y ruedas hechas con tapas de gaseosa. De ahí nació su gusto por el movimiento con energía y por los vehículos.
Santos no estudió en las grandes universidades colombianas, no es ingeniero eléctrico, ni tiene títulos ostentosos, hizo la carrera técnica de Electricidad Industrial en el Sena, pero aprendió también leyendo y a través de colegas y mecánicos en los talleres donde fabrica sus locuras.
Podríamos decir, escuchando a Antony Santos, que su ídolo es Henry Ford, el empresario y emprendedor estadounidense que a punta de persistencia y creatividad , hizo el primer automóvil en el planeta y la primera compañía automotriz que revolucionó la industria y el transporte en el mundo.
La diferencia entre Ford y Santos es que el primero tenía abundante dinero para construir su sueño, mientras que al inventor criollo le ha tocado sacar de su sueldo y sus ahorros para cumplir con sus ¨ilusiones¨. Ford tuvo además el apoyo del gobierno y de sus colegas, mientras que Santos no ha recibido ni un centavo del Estado, e incluso su familia al principio, lo desanimó por sus locuras.